18 oct 2011

INFORMACIÓN SOBRE PROVERBIOS-MASHAL (1)

                                                                                                             1. Proverbios, 
                                                                                           un título que no cubre totalmente el contenido

Una satisfacción añadida al respecto es la forma atractiva en que Proverbios ofrece sus lecciones de vida. Los sabios de Israel escogieron para ello el atractivo modo de hablar del mashal. También nuestro Salvador se sirvió en su enseñanza con mucha frecuencia de esta forma de enseñanza.
Consideremos primero con más precisión esa manera de enseñar.
Proverbios: un título que no cubre totalmente el contenido, en la Biblia hebrea a nuestro libro se le llama Mishlé Shelomó, que es la forma plural constructa de la palabra mashal.
Ya desde antiguo estamos acostumbrados al título de Proverbios, pero éste reproduce sólo en parte el rico contenido de la palabra mashal. Cuando nos referimos a un proverbio pensamos en una sentencia de una o dos frases en las cuales se resume una porción de sabiduría de la vida.

Ahora bien, en Proverbios hay ciertamente cientos de semejantes dichos breves; pero, sin embargo, la palabra mashal abarca más que sólo los proverbios breves. Mashal es, en realidad, un nombre colectivo.
Esto se puede ver en el mismo libro de Proverbios, pues en él encontramos también, junto a los proverbios pareados y tercetos (que constan de dos o tres versos, respectivamente), largas alocuciones, como por ejemplo, la de un padre a su hijo e incluso, al final, una completa poesía laudatoria a la mujer ideal, todas ellas bajo el título de Mishlé Shelomó.
Asi pues, precisamente porque éste es claramente un nombre colectivo para indicar diversas clases de prosa y poesía, no tenemos al respecto ninguna otra palabra equivalente española mejor que la que designa a este libro de la Biblia.
Pero, ¿por qué no recogemos mashal como un término cristiano en nuestro vocabulario? la respuesta es que mashal es un nombre colectivo para referirse a: dicho, proverbio, canción de burla, profecía, parábola, salmo y alocución.
Durante el destierro, los judíos sufrieron en Babilonia: «Los padres comieron las uvas agrias, y a los hijos les dio la dentera»(Ez. 18:2-3). Semejantes dichos breves, salidos de la boca del pueblo, también se llaman mashal, Ez. 18:2-3, cf. 12:22-23,1 S. 24:14, Jer. 31:29. Así es como en Israel se convirtió en mashal la expresión: «¿También Saúl entre los profetas?»( 1 S. 10:12)
Las canciones de burla pertenecen igualmente a este género.En Isaías 14 suena la canción de bienvenida con que los poderosos muertos reciben al rey de Babilonia en el reino de los muertos: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra?Is. 14:4-21. A esta canción burlesca se la llama allí «mashal
contra el rey de Babilonia» v. 4. Y el Israel desleal correría igual suerte: «Y los daré por horror (mashal), y por mal...»,amenazó Yahvéh  por medio de Jeremías, 24:9, cf. Dt. 28:37, 1 R. 9:7.
También las parábolas reciben el nombre de meshalim muchas veces. Cuando David tomó por mujer a Betsabé e hizo matar a su esposo Urías, el Señor envió al profeta Natán a David con el relato acerca de un hombre rico que robó la única corderita de un hombre pobre. Esta parábola era un auténtico mashal,aunque esta palabra no se encuentre allí. Lo mismo que la conocida «parábola de Yahvéh y su viña, Israel» Is.5:1-7.
Que también éstos son meshalim puede evidenciarse por Ez. 17:2, donde este profeta recibe este encargo: «Hijo de hombre, ... y narra una parábola (mashal)» –siguiendo luego una parábola semejante a la de Natán e Isaías. Nuestro Señor Jesucristo se unió con sus parábolas a una antigua y fiable forma de enseñanza en Israel. En una versión hebrea del Nuevo Testamento,4 las parábolas de Jesús se llaman, con razón, meshalim.
Y los discípulos preguntan allí: “¿Por qué les hablas por meshalim?” Mt. 13:10. A lo que
el Señor responde: “Oíd, pues, vosotros el mashal del sembrador”, Mt. 13:18. Y un poco más adelante, leemos: “Les refirió otra parábola”, Mt. 13:24, 31, 33 y ss. Los Proverbios de Salomón son también, en cuanto al estilo, de la familia de las parábolas de nuestro Salvador.
A la gran familia mashal pertenecen incluso algunos salmos.«Inclinaré al mashal mi oído», Sal. 49:4. «Abriré mi boca en meshalim», Sal 78:2. Y Job titula las alocuciones de sus amigos como: «Vuestras máximas son refranes (literalmente meshalim) de ceniza», Job 13:12, 27:1, 29:1.
Estos ejemplos hacen ver cuán extenso terreno domina la palabra mashal. No sólo los sabios sino también los profetas y los salmistas usaron la forma del mashal en su enseñanza.
Esta palabra polisémica es la que figura como título de este libro de la Biblia: MISHLE de Salomón. Su traducción por «Proverbios de Salomón» está ciertamente popularizada, pero, en cuanto a su contenido, es efectivamente restrictiva. Sobre todo, porque este libro, como se suele decir, no sólo contiene proverbios cortos, sino también exposiciones más largas; especialmente en Pr. 1-9, cf. 5:1-23, 6:20-7:27, 8:1-36, 23:29-35, 31:10-31.


                       Extraído del libro PROVERBIOS de Frans van Deursen (FELiRe) 




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